La
oxigenación fetal está directamente relacionada con la oxigenación materna y la
perfusión uteroplacentaria. La gran afinidad de la Hb fetal por el O2 hace que
descensos de la PaO2 materna sean bien tolerados, ahora bien una situación de
hipoxia severa puede provocar lesiones cerebrales y, incluso, muerte fetal.
Cualquier factor que desplace la curva de disociación de la Hb a la izquierda
provoca una menor cesión de O2 al feto. Cabe recordar que la hipoxia materna
puede aparecer rápidamente en la gestante, sobre todo por causas relacionadas
con la anestesia.
La
PaCO2 fetal también está relacionada con la PaCO2 materna; el aumento de ésta
en cifras consideradas normales en no gestantes, puede significar una
hipercapnia peligrosa en la gestante por el riesgo de provocar acidosis fetal y
depresión miocárdica. El alcalosis materna debida a hiperventilación conduce a
vasoconstricción de los vasos umbilicales y desviación a la izquierda de la curva de disociación de la hemoglobina y la consecuente hipoxia fetal. El flujo arterial uterino no dispone de autorregulación, así que depende de la
TA materna, es decir de la presión de perfusión y de las resistencias
vasculares uterinas.
Cualquier
disminución de la TA materna, vasoconstricción de las arterias uterinas o la
hipertensión uterino provocarán hipoperfusión placentaria y mala perfusión
fetal. Las causas más frecuentes de hipotensión son la compresión aortocava, hipovolemia (hemorragia) y anestesia locorregional. Las aminas
vasoactivas (NA, DBT, DOPA a dosis elevadas), ketamina y dosis tóxicas de AL
pueden provocar hipertensión uterino y disminución del flujo sanguíneo. La
efedrina es el vasopresores de elección por su efecto β periférico. La ansiedad y la anestesia superficial provocan liberación de catecolaminas con
el mismo efecto vasoconstrictor uterino que las aminas exógenas.
A
partir de la semana 24, cuando el feto ya es viable es imprescindible
monitorizar la frecuencia cardíaca fetal durante el procedimiento quirúrgico y
postoperatorio.
Tomada
de Maite Ezpeleta Valls. CAMBIOS FISIOLÓGICOS EN EL EMBARAZO. ANESTESIA EN LA GESTANTE PARA CIRUGÍA NO OBSTÉTRICA