El
cáncer es una de las enfermedades que provocan un mayor grado de angustia, entre
otras causas porque se la suele asociar a la muerte. Esta angustia puede
generar otros tipos de trastornos orgánicos que dificultan y debilitan la
energía y el bienestar emocional necesarios para superar la enfermedad y el
proceso de tratamiento. La intervención psicológica puede romper este círculo
negativo.
Poder
reconocer los sentimientos generados a raíz de la enfermedad (miedo, angustia, temor,
ansiedad, tristeza, ira) y expresarlos, ayuda a aumentar la fuerza psicológica necesaria
para trabajar en la recuperación de la salud. Además de la enfermedad en sí
misma, la mujer tiene que hacer frente a todo un proceso de cambios que afectan
a su feminidad: pérdida del pecho, pérdida del cabello, pérdida de la menstruación,
aumento de peso con los tratamientos hormonales ...
La
representación psíquica de la feminidad se identifica con el pecho, ya que este
expresa la realidad sexual, narcisista, relacional y sociológica de la mujer.
Cuando la mama tiene una patología, la mujer reivindica hoy, con razón, el
derecho a saber, a comprender ya discutir las modalidades y consecuencias de un
tratamiento que puede afectar en mayor o menor grado su identidad.
Desde
el aspecto psíquico, diríamos que la relación que mantiene la paciente con su
cuerpo es única y especial, como así también es única la manera de enfermar, de
interpretar y posicionarse frente a la enfermedad. En definitiva, cada paciente
tiene su peculiar forma de enfermar. Es esto justamente lo que hace que
hablemos de una enfermedad por persona y por tanto, de una terapia por persona.
La
evolución de la enfermedad es un proceso dinámico y los sentimientos de la
mujer fueron siguiendo también un proceso evolutivo de acuerdo con la
enfermedad. Así, el hecho de conocer el diagnóstico supone para la paciente un
coste de energía muy importante, debido al incremento de su angustia y
ansiedad, lo que la puede llevar a una desorganización psíquica, que repercute
en todas las áreas de acción.
El
impacto del diagnóstico puede llevar a la mujer a desarrollar una actitud negadora, por ejemplo comentarios como: "esto no es
nada", o, "no tiene ninguna importancia", con manifestaciones de
euforia que no se corresponden a la seriedad del diagnóstico. Este mecanismo de
negación puede, en un primer momento, ayudar a la mujer a irse acomodando
emocionalmente a la noticia.
Otros
mecanismos que pueden aparecer en esta etapa, pueden ser la omnipotencia: "A mí no me pasará nada", "yo puedo con todo" o por el
contrario, la impotencia: "Esto acabará conmigo", "no me
saldré", a veces la posición es la melancolía: "a mí siempre me pasa lo peor", "para qué debe hacer
el tratamiento si total ... "y también actitudes depresivas, como dejar de
lado el cuidado de su aspecto, no tener ganas de actividad social, apatía ...
Un seguimiento psicológico puede ayudar en este proceso de paso hacia la
aceptación de la enfermedad.
En el
momento del alta, se debería diferenciar lo que es el alta médica de la psíquica. La alta genera una expectativa, tanto en la enferma como en su
entorno familiar y de amistad, de incorporación a la vida cotidiana, laboral,
social, etc., que estuvieron durante un tiempo suspendidas.
Es en
esta etapa cuando surgen en la mujer algunos interrogantes. Por una banda ya no se encuentra dentro del ámbito médico, que la contenía y
tranquilizaba, por otro lado las llamadas de amigos comienzan a distanciarse,
la familia rehace la vida cotidiana, hay una "apariencia" de volver a
estar todo bien, pero es entonces cuando la paciente comienza a enfrentarse a
la sensación de la vida y de la muerte, sola.
Hay que
ayudar a la mujer a transitar el camino de la enfermedad y la recuperación. A
ella le ha quedado un cuerpo que ha sufrido una pérdida, y hay que observar que
no se instale un dolor emocional crónico, insuficientemente elaborado. Si este
dolor se hace interminable puede manifestarse como abulia, depresión, angustia,
temor y ser el telón de fondo que le impide el desarrollo de una vida plena.
Tomado de
Programa de detección precoz del cáncer de mama: El cáncer de mama y su
detección precoz: que hay que saber